Corposonante
Instalación
Cuando el médico escucha al corazón o los pulmones sabe que los sonidos del cuerpo no mienten. Sin embargo, para quienes no son médicos, los sonidos del cuerpo están supeditados a normas. Los registros sonoros del cuerpo son evitados y editados. Esta instalación propone lo contrario: si se escuchara al cuerpo, habría un mayor equilibrio entre vida y costumbres diarias, entre salud mental y física.
En este proyecto, desarrollado en colaboración con DDA, los sonidos no conforman un único cuerpo, ni siquiera emanan de uno solamente. Más bien repercuten en los cuerpos y sonidos emitidos por quienes escuchen. La exhibición tiene dos intenciones: escuchar(se) como camino a la curación corporal; y buscar la unicidad en aquello que se escuche… porque un conjunto sonoro audible al cien por ciento es imposible—oír todo y escuchar todo conduce a la locura. Si se busca una explicación más simple, la instalación es en realidad una curaduría e interpretación de los sonidos del cuerpo. Funge más como estímulo que como pieza acabada. La pieza aspira por último a evitar la censura diaria que los humanos cometen contra sus propios cuerpos.